Porque las cosas cambian…

La crisis económica nos asedia por los cuatro costados. Televisión, familiares, prensa… todos hablan de ella. Por suerte, en el aparatado laboral no me ha afectado todavía, ni el de nadie cercano a mí.

Pero hay un aspecto de esta crisis que si me preocupa, y es el que afecta a mis hobbies. Cuando la gente se queda sin trabajo, de lo primero que prescinde es de cosas como las miniaturas, comics, juegos. A día de hoy ya se de varios casos de tiendas frikis que han tenido que cerrar sus puertas, y lo que es peor, varios juegos como heroclix, D&D miniatures y alguno más por ahí han cesado su producción.

Y como si esto no fuese bastante grave, últimamente nos está asaltando una crisis de otra índole, una crisis que afecta al mundo de mis queridos wargames. Pese a que muchas eminencias foriles lo nieguen, yo creo que es algo que está ahí.

Desde hace muchos años, existió Warhammer. Y si me apretáis Warhammer 40K. Este juego atraía prácticamente el 100 % de público wargamero. Games Workshop, la empres a que los comercializa, tiene una política dura para el bolsillo (como todos los hobbies frikis, no? xD) pero fueron los pioneros y se hicieron con una buena gama de miniaturas y un juego bastante aceptable. Yo y mis compañeros vivimos esa época, la época de los cien jugadores por torneo, de la expectación por las novedades, la época dorada de Warhammer.

Pero de un tiempo a esta parte, esa época parece estar llegando a su fin. Con la mencionada crisis económica, parece que la política de precios está dañando a la multinacional, cada vez más enfocada a captar público joven y a olvidar a la “vieja guardia”. También se dice que no existe un salto generacional, es decir, que las nuevas generaciones prefieren jugar a la Xbox antes que pintarse un ejército de cien soldaditos. Todo esto, unido a alguna cosa más, ha hecho que el número de jugadores de Warhammer (al menos los activos en torneos) haya caído considerablemente.

Y aquí empieza la crisis wargamera.

La gente deja de jugar a Warhammer, ¿y qué pasa con esas personas? ¿Desaparecen? Muchos de ellos si. Estudios, trabajos, parejas, hacen que algunos abandonen todo esto. Entonces multitud de juegos surgen para cubrir el (todavía pequeño) hueco dejado por el todopoderoso Warhammer, y ninguno de ellos termina de despegar. Los aficionados se disgregan en esa multitud de juegos. Muchos dejaran el hobby. El caso es que intentas organizar un torneo y raro es el juego (excepto Warhammer todavía, y el omnipotente Magic) en el que se reúnen más de diez personas. Alguien se atrevió a hablar con voz baja de DBA, de Flames of war… Pero pese a ser grandes juegos, y ser defendidos por profetas foriles a capa y espada, diciendo que poseen un gran número de seguidores, la triste realidad es que a día de hoy no llegan ni al primer escalón del trono de Games Workshop. Lo mismo pasa con otros tantos juegos de escaramuzas, de miniaturas prepintadas… Todos tienen un escaso seguimiento, por mucho que se empeñen algunos.

Y entonces, a los que nos gustan los juegos como aquel Warhammer, con torneos, foros, afición, movimiento… ¿Qué nos queda?¿Olvidarnos del tema?¿Seguir gastando en multitud de juegos para que estos cojan polvo en la estantería?¿Gastar nuestro tiempo (y a veces dinero) en intentar promoverlos?¿Investigar cada juego antes de comprarlo y proponerlo con tu gente, con el fin de que no sea otro fracaso? ¿Seguir hablando y terizando con nuestra gente y en los foros como si jugasemos cada dia, cuando en realidad hace años que no tocamos un dado? Pues bien, yo creo que he hecho todo de lo que he enumerado (menos lo de hablar y teorizar :P), y la única respuesta que tengo, es que cansa.

Tan solo un juego, que pese a que en realidad es más jugado que Warhammer, parece estar algo menospreciado por la comunidad wargamera electrónica, despierta para mi interés. Y ese juego es Blood Bowl. Es barato y me lo paso en grande jugando, además se siguen organizando grandes torneos.

Pero aun con ese pequeño soplo de aire fresco que es Blood Bowl, uno que no tiene la fortuna de las Koplovich, ni ganas de intentar convencer a gente, ni de hacer el trabajo que deberían hacer aquellas empresas que crean los juegos, decide parar y mirar mas allá del mundo de los dados y los juegos. Dejar un tiempo estos a un lado, y buscar hobbies, aunque suene raro decirlo (aunque no tanto para un friki xD), que no dependan tanto de una comunidad. Algo entretenido y friki, como no. Hay una posible opción, que es iniciar una colección.

Y así es como descubrí un mundo que parecía “no depender de una comunidad”, pero cuya comunidad era enorme. Una colección que empecé hace años, en mi infancia, pero ahora podría disfrutar abiertamente, comprando (siempre que la nomina lo permita) cuanto me guste, y complementándolo con mis dotes modelistas adquiridas con el ahora lejano Warhammer.

Así es como redescubrí el mundo de Playmobil, uno de los hobbies que a día de hoy (la constancia no es mi fuerte, no lo negare) ocupa mi tiempo de ocio. Hablare de él aquí, pero eso es otra historia… 😉

Y todo gracias a mi musa…

2 respuestas to “Porque las cosas cambian…”

  1. La musa Says:

    Por aqui andamos de nuevo milord,

    espero que disfruten de las hazañas que conteis aqui ^^

    Because you’re mine, I walk the line

  2. Uhm… sí, bueno… sabes de sobra que soy de los pocos que no se escandalizó demasiado cuando dijiste que coleccionas playmobils, XD, pero no te voy a engañar: al razonamiento le veo lagunas. Quiero decir ¿echas de menos los juegos en los que participan cien personas, y por ello, te pasas a una colección en la que no pueden existir torneos?

    Coleccionar Playmobils es como coleccionar sellos (bueno, los Playmobils puedes maquearlos un poco, lo admito), es la colección por la colección. No puedes hacer demasiado con ellos, a menos que quieras jugar a indios y vaqueros. Que me parece muy loable, ojo, pero no veo demasiado lógico compararlos con cualquier tipo de wargame ^^

    Salve, Paladín

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